Conferencia Online. Se enviará un enlace para la conexión.
Todos los pueblos del mundo antiguo, incluidos los americanos, nos hablan de diluvios y de continentes sumergidos. Platón nos ha dejado un relato muy preciso.
En el último fragmento del continente Atlante hemos colocado a Ankor, un Príncipe, un filósofo, un hombre. La acción se desarrolla hace unos 11,500 años. Sin embargo, a veces la trama se urdirá dentro del mimo lector, porque la eterna incógnita sobre dónde venimos y a dónde vamos nos sigue preocupando a todos.
Todos llevamos un "Ankor" en nuestro corazón. Este relato ayudará a no pocos a encontrarlo.
Las olas del océano Atlántico no nos han revelado, todavía, pruebas suficientemente convincentes de la existencia de una civilización que se hubiera hundido en su lecho, o si lo han hecho, esas pruebas duermen en algunos rincones de nuestros museos, y no nos hemos percatado de ello. Pero el pensamiento del hombre se paseó por la Luna mucho antes que los astronautas, y también descendió a la sima del mar desde el comienzo de los tiempos. Hagámoslo una vez más y soñemos que estamos en Poseidonis, el último trozo del orgulloso continente que se hundió, como una nave de alguna vieja guerra, con todos sus tripulantes.